
Cinta perforada
Capacity: Dependiendo de la longitud de la cinta
Bit rate: 2500 caracteres ASCII por segundo (5000 en lectores ópticos)
La cinta perforada es un método de almacenamiento de datos, que consiste en una larga tira de papel en la que se realizan agujeros para almacenar los datos.
Fue muy empleada durante gran parte del siglo XX para comunicaciones con teletipos, y más tarde como un medio de almacenamiento de datos para miniordenadores.
Las primeras cintas perforadas se emplearon en los telares mecánicos.
Esto llevó al concepto de comunicar la información no como una sucesión de tarjetas individuales sino como una "tarjeta continua" en forma de una larga cinta.
Los datos estaban representados por la presencia o ausencia de un agujero en la cinta en una posición determinada. Las cintas originales tenían cinco filas de agujeros para los datos, pero posteriores tuvieron 6, 7 y 8 filas.
Una fila extra de agujeros consecutivos más pequeños servía para arrastrar la cinta, generalmente con una rueda dentada.
El estándar de codificación de caracteres más primitivo fue el de Baudot, que se remonta al siglo XIX y tenía 5 agujeros. Estándares posteriores, tales como el Fieldata y el Flexowriter, tenían 6 agujeros. A comienzos de la década de 1960, la Asociación Americana de Estándares (American Standards Association, ASA) llevó a cabo un proyecto para desarrollar un código universal para el procesamiento de datos, que sería conocido como ASCII. Este código de 7 niveles fue adoptado por algunos fabricantes de teletipos, como AT&T (Teletype). Otros, como Télex, siguieron empleando el Baudot.
Cuando se crearon los primeros miniordenadores, la mayoría de los fabricantes aprovecharon los teletipos ASCII producidos en masa (primordialmente el ASR33) como una solución de bajo coste para la entrada por teclado y salida impresa. Como consecuencia la cinta perforada se convirtió en un popular medio de almacenamiento de bajo coste, y no era raro encontrar una selección de cintas que contenían programas útiles en la mayoría de las instalaciones de
miniordenadores. Los lectores ópticos, más rápidos, también eran comunes.
Fueron comunes el modelo de perforadora Facit 4070 y otros de la marca Diehl.
Trabajar con cintas tenía algunos inconvenientes:
Era una práctica corriente repasar manualmente cada copia mecánica de una cinta, comparando los agujeros uno por uno.
El rebobinado de la cinta era complicado y una fuente de problemas. Se requería mucho cuidado para evitar rasgar la cinta. Algunos sistemas usaban cintas de papel plegado en lugar de cintas de papel enrollado. En estos sistemas, no era necesario rebobinar ni emplear un carrete de recogida extra, ni se requerían mecanismos para mantener la tensión; la cinta simplemente pasaba desde el contenedor proporcionado al lector a éste, y de ahí al contenedor de recogida, replegándose por sí mismo y quedando exactamente igual que cuando entró en el lector.